A medida que las empresas comienzan a reabrir sus puertas físicas de forma lenta y cautelosa, «seguir como siempre» está lejos de la realidad. Los empleados están haciendo malabares con mucho más que el estrés laboral y, como resultado, la productividad puede ser difícil.
Ante esto, queremos darle una mirada a dos estilos de trabajo probados y adaptables a diferentes lugares de trabajo: el trabajo ágil y basado en actividades.
Trabajo Basado en actividades
Un lugar de trabajo o espacio de trabajo basado en actividades (ABW son sus siglas en inglés) es un espacio dentro de una oficina que refleja directamente el trabajo. Los espacios de trabajo basados en actividades fomentan el movimiento a lo largo de la jornada laboral y pueden afectar mejoras importantes en la productividad, el compromiso y la satisfacción laboral de los empleados.
Trabajo u oficina ágil
Según Advanced Workplace, una organización ágil se define como «una empresa que ha implementado decisiones estratégicas específicas que permiten un trabajo flexible, dentro y fuera del espacio de trabajo físico». Este estilo de trabajo les da a los empleados la libertad de trabajar de una manera que conduzca a la máxima productividad.
Algunos cambios en las metodologías existentes en el lugar de trabajo durante COVID-19
Las empresas ya no están necesariamente comprometidas con las operaciones en la oficina, y los empleados encuentran positiva la flexibilidad de este cambio repentino. No hay duda de que la forma en que se utilizarán las oficinas será diferente y estará abierta a posibilidades futuras.
El trabajo ágil implica un cierto nivel de flexibilidad para mantener un mayor nivel de compromiso de los empleados. En otras palabras, el trabajo ágil permite a los empleados decidir cuándo, dónde y cómo trabajar.
El trabajo basado en actividades es un método en el que los empleados pueden elegir un entorno de trabajo que se adapte a sus tareas. Por ejemplo, si un equipo necesita espacio para colaborar en un proyecto, puede trasladarse a un espacio de trabajo designado donde la colaboración está permitida y fomentada.
Entonces, ¿cómo pueden utilizarse estos dos estilos de trabajo para crear un lugar de trabajo más productivo? Echemos un vistazo a cada uno con más detalle.
El trabajo ágil y el trabajo flexible se intercambian comúnmente, excepto que hay una diferencia significativa entre los dos. El trabajo flexible abarca el trabajo realizado tanto dentro como fuera de la oficina física, mientras que el trabajo ágil se refiere principalmente al trabajo que tiene lugar dentro de la oficina.
Adoptar un lugar de trabajo ágil significa dejar que los empleados dicten cómo hacer su mejor trabajo. Un ejemplo de un lugar de trabajo ágil y eficaz sería la empresa de software de gestión de proyectos Basecamp. Basecamp se enorgullece de ser una organización cuyo éxito se basa en este tipo de flexibilidad.
En la misma línea que el trabajo ágil, el trabajo basado en actividades consiste en crear espacios en toda la oficina que sirvan para diferentes propósitos. Si bien el trabajo ágil requiere repensar cómo se planifican y logran las tareas, las empresas pueden lograr un trabajo basado en actividades sin reestructurar ningún objetivo comercial. Los espacios dedicados organizan la oficina de una manera propicia para la productividad.
Sin embargo, a diferencia del trabajo ágil, el trabajo basado en actividades puede verse diferente bajo la lente de COVID-19. Los espacios de colaboración dedicados y otras áreas compartidas no son los mejores para mitigar la propagación del virus.