El término proviene del inglés, de la palabra nest, que significa nido. Y es que esta tendencia de origen escandinavo convierte el hogar en eje de la felicidad; hace un guiño al entorno de confort, al calor del hogar como escudo protector que liberará al individuo del estrés de la vida contemporánea.

«El hecho de que sea beneficioso depende de cada persona y del momento que ésta atraviese. No todos tenemos las mismas necesidades», aclara Juan Martínez Chacón, psicólogo en bienestarypsicologia.com. Él considera que las mayores presiones del hombre en la actualidad son tanto pertenecer a un grupo como realizar actividades de forma constante.

«El hecho de que sea beneficioso depende de cada persona y del momento que ésta atraviese. No todos tenemos las mismas necesidades»

Juan Marínez Chacón

«Hay personas que se ven obligadas a cumplir con una serie de demandas, incluso en sus relaciones personales están atadas a unos roles». Un hecho que, según el experto, arrastra al ser humano a un estado de estrés constante porque «Nos obligamos a nosotros mismos a responder todo el tiempo a lo que los demás esperan de nosotros, inclusive durante el tiempo de ocio». El aislamiento en el hogar acaba convirtiéndose en una vía de escape, en un refugio.

Y aquí entra el Nesting, como una opción muy buena, siempre que uno sepa cuidarse a sí mismo haciendo lo que realmente le gusta dentro de su casa.

Para practicarlo, es indispensable eliminar el caos del ambiente; para lo cual, la decoración tiene un papel importante, ya que todo lo que rodea al individuo en su «nido» debe definirlo y concordar con su entorno de confort. Para lograr esta atmósfera de relajamiento y calma, puedes optar por pintar tus paredes de tonalidades que te transmitan estos sentimientos, colocar cuadros de escenas que te den paz, etc.

El punto es que puedas fortalecer el sentimiento de bienestar en tu hogar.