Con la actual crisis global desatada por la pandemia del COVID-19, los protocolos de emergencia y la manera de enfrentar un fenómeno natural, en este caso, un terremoto, pueden cambiar.
Entonces, ¿Cómo enfrentar un temblor o terremoto en pleno confinamiento?
En época de pandemia hay que combinar estrategias de riesgo porque las personas se enfrentan a peligros inherentes al desastre natural.
Si bien, es necesario hacer las precauciones estándar aplicadas en simulacros de evacuación, se deben modificar algunas conductas.
Expertos en Salud Pública afirman que en este tipo de situaciones prima la supervivencia, por lo cual preocuparse por salir con tapabocas, por ejemplo, pasaría a un segundo plano.
Se recomienda, de todas maneras, guardar en lo posible el distanciamiento físico.
Aunque en un desastre natural existen riesgos mediatos, como el contagio, y otros inmediatos, como la caída de un muro; la persona debe tomar precauciones y no regresar a la edificación por elementos personales de bioseguridad (tapabocas, gel antibacterial, entre otros).
Como diferentes situaciones en la vida, uno no puede evitar el terremoto, pero se puede preparar.
Para esto, es importante conocer nuestras edificaciones, así como identificar los riesgos y diferenciar entre fisuras, grietas o daños graves.
Por ejemplo, una grieta de espesor considerable en diagonal, en una columna o en un muro estructural es motivo de alarma, mientras que una fisura de muy poco espesor puede ser simplemente muestra de daños menores de los materiales por condiciones de servicio o inclusive por sismos menores.
Después del sismo:
- Lava tus manos o usa gel antibacterial para entonces revisar tu casa.
- No hagas fuego hasta asegurarte de que no hay fugas de gas.
- Usa el teléfono solo para emergencias.
- Mantente informado y sigue las recomendaciones de las autoridades.
- Mantente alerta en caso de réplicas.